Días complicados

Estos últilmos quince días han sido un tanto complicados. Hace poco estuve en Gijón y fue muy triste tener que ayudar a mi mejor amiga a recoger sus cosas para su definitiva mudanza a Madrid. Sé que ella empieza allí una vida estupenda y que le esperan un montón de cosas buenas que hasta ahora no ha podido disfrutar, pero aun así cuando pienso en todas las cosas que hemos vivido se me saltan las lágrimas. Esos maravillosos desayunos en su casa (gracias por las tazas), las cenas mejicanas con Gerson, los paseos con Lucía por el Arbeyal, tratar de ir a las rebajas... Ahora tendré que viajar un porquito más lejos para disfrutar de tu compañia, Marga... pero sabes que te quiero como a mi propia sangre.

Después de estar en Gijón vino mi hermana a pasar unos días a Bilbao... y ahí acabaron complicándose las cosas. Después de unos días con molestias en la espalda, llegó el día en que le dio una "lumbociática" y acabamos en una ambulancia de camino al hospital. Fueron horas muy duras, sobre todo para ella, porque los dolores eran muy fuertes y la medicación no le hacía efecto. Gracias a Dios después de casi 24 horas de sufrimiento el dolor empezó a remitir y un par de días más tarde mis padres se la llevaron de regreso a Gijón.

Gracias ante todo a los que nos habéis prestado vuestro apoyo y os habéis preocupado por nosotros.