Este verano, viendo un reportaje de historia con Víctor (no podía ser de otra manera) nos enteramos de algo que nos pareció muy simpático. Cuzco, que fue la capital del imperio inca y se sigue considerando la capital histórica de Perú, significa "el ombligo del mundo", porque para los incas ahí era donde clonfluían los tres mundos (el mundo de abajo, el mundo visible y el superior). Desde entonces usamos esa palabra cuando queremos decirte al otro que está siendo algo egocéntrico. "¿Te crees Cuzco?"
El caso es que me he dado cuenta de que hay personas que viven engañadas, creyendo que son realmente el ombligo del mundo y que el resto del universo gira alrededor de ellos. Gente que creyendo que saben de todo y de todos no se dan cuenta de que son ellos los que viven una mentira. Interpretan cada gesto, cada palabra, cada acción de los demás como si estuviese dedicada a ellos... cuando no es así, ni mucho menos. O piensan que todo lo suyo es lo más importante y pretenden que la vida de los demás se organice según lo que ellos quieran.
Pero por una vez no van a estar equivocados, porque estas líneas están dedicadas a todos ellos... los grandes CUZCOS... para decirles que salvo estos minutos que me ha llevado escribir esta tontería... el resto del tiempo ni me acuerdo de ellos.
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