Qué dificil resulta a veces valorar aquello que tenemos!!
Vivimos en una sociedad que nos empuja a querer simpre algo más, algo mejor, con más prestigio, que nos proporcione un mayor status... y eso hace que no valoremos en su justa medida lo que ya tenemos.
No digo que no haya que desear algo mejor... es más, Dios nos llama a que vivamos como inconformistas, buscando siempre ir más allá... pero en las cosas que realmente nos traen provecho y no en las que la sociedad considera importantes. Sin embargo la mayor parte del tiempo nuestra vida se centra en mirar lo de aquí abajo, en lugar de buscar lo de arriba y menospreciamos lo que Dios ya nos ha dado.
En cierto modo yo me he pasado así los últimos años de mi vida... hasta hace poco. No valoraba el techo bajo el que vivía, menospreciaba los trabajos que tenía porque sabía que podía aspirar a mucho más, me sentía insignificante para el resto de la gente!!
Hasta que por fin he aprendido que mi casa es el lugar más bonito del mundo porque es mi hogar. Hasta que he visto que realmente hay gente que se preocupa por mi, que desea mi bien y que oran para que Dios me bendiga. Hasta que he apreciado de corazón el último trabajo que he tenido... aunque fuera fregando platos, porque me sentía bien conmigo misma y sabía que era un regalo que venía de parte de Él.
Y cuando por fin valoraba y disfrutaba de verdad de lo que ya tenía, Dios me brinda la oportunidad de ir más allá. Me da un nuevo trabajo increíble en el que voy a aprender un montón de cosas y en el que voy a tener estabilidad. Como dice Victor: "eres la única persona que en tiempo de crisis tiene un trabajo y le ofrecen otros tres en un periodo de quince días".
Pues sí... porque Dios es bueno, es increíble, es grande, le gustan los imposibles y nos lleva más allá de donde nosotros podemos pensar o imaginar.
God is good all the time